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Capilla Nuestra Señora Del Perpetuo Socorro

Capilla Nuestra Señora Del Perpetuo Socorro

(1934-1935), Savarona

La comunidad de Savarona se fue constituyendo desde el 1909, alrededor de las fábricas de tabaco, en la hoy calle Ponce de León. La marca del cigarro era Sabor y Aroma, de ahí el nombre del barrio. También nos dice el historiador cagueño, Juan David Hernández que el dueño de la factoría, Mr. Johnson, se paseaba por entre los trabajadores y les decía “Save the aroma”. Esta anécdota, ofrece otra explicación del nombre de ese sector al sureste de la ciudad. Fue con la llegada de los Misioneros Redentoristas a Caguas, que se activaron los miembros de la Legión de María y se comenzaron a visitar hogares en Savarona. Este grupo apostólico invitaba a los vecinos a asistir a misa y recibir los sacramentos. Nos cuenta doña Lydia Jiménez, viuda de Fonseca, uno de los feligreses que aún vive, testigo del trabajo pastoral realizado allí, que las primeras eucaristías se celebraron en una residencia ubicada en la hoy calle José Mercado esquina Monseñor Berríos.

 

La construcción de la capilla se fija entre los años 1934 hasta el 1935, su primer vicario fue el padre José. En los años setenta, para el cuarenta aniversario de la comunidad católica en Savarona, ya contaba con Consejo de Pastoral, siendo una de las primeras capillas de la Catedral Dulce Nombre de Jesús, en asumir el liderato laical, según lo dictaban los documentos del Concilio Ecuménico del Vaticano II. Este Consejo, fue el que impulsó la construcción de un Centro, emblemático de su proyecto comunitario, junto al Padre Santiago Mallen. En dicho espacio se han realizado numerosos retiros, jornadas, talleres, catequesis y hasta obras de teatro como parte de su programa de educación en la fe. También se ha utilizado como escenario para graduaciones y otros servicios a la comunidad.

Actualmente su vicario, el presbítero diocesano Padre Ricardo Santin Flores, proyecta también junto a su Consejo de Pastoral la renovación del barrio de Savarona; siempre a la luz de las directrices de los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida (2010) y al plan diocesano de la Diócesis de Caguas. Se espera reactivar el laicado con énfasis en el servicio a los emigrantes, a los niños y otros sectores marginados de la sociedad, frecuenten o no los servicios religiosos que se continúan ofreciendo desde hace ochenta y tres años.Los sábados a las 3.00 p.m. se reza y medita el Rosario de la Divina Misericordia. De otra parte, todos los domingos la comunidad celebra la misa a las 11:00 a.m. recibiendo la Palabra del Señor.

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