Oraciones y Espiritualidad
Oración del Beato Carlos Manuel
​
Oh Dios, Padre de Bondad,
que inspiraste al Beato
Carlos Manuel
una devoción ardiente
al Misterio Pascual
y, movido por la generosidad
de tu gracia,
lo llevaste a la celebración gozosa
de los misterios celebrados
en la Liturgia;
colmaste, además, a tu siervo
de celo apostólico
y amor a los necesitados.
Concédenos, por su intercesión,
que, celebrando con fe
los santos misterios
de la Muerte y Resurrección de tu Hijo,
vivamos en la vida
lo que celebramos en la Liturgia.
Concédenos, también,
la gracia especial
que ahora te pedimos.
(Pídase la gracia que se desea)
Por Jesucristo, tu Hijo y
Señor nuestro.
Amén.
​
Oración por las Comunidades
​
Señor, Padre bueno, que nos llamas a ser una sola familia en el amor, llénanos de tu Espíritu Santo, para que, guiados por la Palabra de Vida, renovemos nuestras vidas, nuestras familias, nuestras comunidades y todo nuestro pueblo puertorriqueño.
Ayúdanos a caminar y crecer en unidad, compartiendo lo que somos y tenemos en solidaridad, sin excluir a nadie, para que la vida y el proyecto de Jesús, el Buen Pastor, se haga realidad entre nosotros y nosotras, y así se extienda tu Reino de vida, justicia, verdad y amor.
Que todos conozcan tu gran bondad y se construya nuestra comunidad con la alegría que haces brotar de los corazones sencillos. A ti la gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.
​
Oración del Año Santo de la Contemplación
​
Señor Jesús, Verbo eterno del Padre, que quisiste asumir nuestra condición humana, haciéndote en todo semejante a nosotros, menos en el pecado; para que así Dios Padre, amara en nosotros lo que más amaba en ti.
Haz que nuestra mirada esté siempre puesta en ti, en medio de la tormenta y en la paz, para que contemplándote con sincero corazón, sin miedo y con renovado entusiasmo, podamos reconocerte, celebrarte, amarte y servirte en nuestros hermanos y hermanas, en especial, los más pobres y necesitados. Y así, demos testimonio de una fe viva, alegre y misionera.
Te lo pedimos, por intercesión de María, a quien nos regalaste desde el momento de la cruz como Madre de la Iglesia.
A ti que vives y reinas por los siglos de los siglos,
Amén.
​
Oración por los Sacerdotes
​
Omnipotente y Eterno Dios, dígnate mirar el rostro de tu Cristo, el Eterno y Sumo Sacerdote, y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes. Recuerda, oh Dios misericordioso, que no son sino débiles y frágiles criaturas. Mantén vivo el fuego de tu amor. Guárdalos junto a Ti, para que el Enemigo no prevalezca contra ellos y para que en ningún momento sean indignos a su sublime vocación.
¡Oh, Jesús!, te ruego por tus fieles y fervorosos sacerdotes, por tus sacerdotes tibios e infieles, por tus sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones; por tus sacerdotes que sufren tentación; por tus sacerdotes que sufren soledad y desolación, por tus sacerdotes jóvenes y por tus sacerdotes ancianos; por tus sacerdotes enfermos y por tus sacerdotes agonizantes; por las almas de tus sacerdotes que padecen en el Purgatorio.
Pero sobre todo, te encomiendo a los sacerdotes que me son más queridos: al sacerdote que me bautizó, al que me absolvió de mis pecados; a los sacerdotes a cuyas Misas he asistido y que me dieron tu Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión; a los sacerdotes que me enseñaron e instruyeron, me alentaron y aconsejaron; a todos los sacerdotes a quienes me liga una deuda de gratitud.
¡Oh, Jesús!, guárdalos a todos junto a tu Corazón, y concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la Eternidad.
Amén
​